Los autores moderno del área de administración de recursos humanos han manifestado la importancia de ser competitivo, especialmente en el área laboral. Sin embargo, recientemente un artículo del conocido facilitador internacional Fernando Sánchez Arias, me recordó lo importante de ver la competitividad desde nuestro interior hacia el exterior.
El mejoramiento personal tanto en lo que respecta a las competencias como a la profesionalidad debería organizarse de tal forma que se pueda cubrir integralmente los distintos aspectos:
Actitud Física, entendiendose el tiempo necesario para cuidar la salud personal, el ejercicio y alimentación acorde con el tipo de actividad que se desarrolla.
Asertividad, para lograr respuestas oportunas, óptimas, con calma, donde el autocontrol determina la forma de actuar. Con respuestas sencillas de facil comprensión y sinceras.
Etica. Valorando las relaciones humanas, respetando los principios y valores propios y de otros, así como hacerlos respetar con cordialidad y afabilidad.
Cooperación, para lograr un engranaje propio del trabajo en equipo y obtener los resultados esperados a travès del esfuerzo comùn hacia una misma meta.
Los aspectos anteriormente descritos deben formar parte de nuestra misión de vida para poder defenderlos y aplicarlos en el día a dìa, convirtiéndolos en un valor agregado para nuestro empleador o negocio.
Al tener definido nuestra base competitiva personal, uno de los aspectos administrativos que más se beneficia es la toma de decisiones, podrá ser más dinámica y el lapso entre la decisión y la implementación será menor; lo cual conlleva a una adecuada administración del tiempo y ésto optimizará los resultados.
"No importa cuán viejos y expertos seamos, no importa cuán bien formados académicamente nos sintamos, siempre hay un camino para mejorar, para reevaluar, para reanudar, para redireccionar nuestra misión de vida y nuestros valores dentro de nuestra familia, nuestra profesión y nuestra sociedad". Fernando Sánchez Arias.
El mejoramiento personal tanto en lo que respecta a las competencias como a la profesionalidad debería organizarse de tal forma que se pueda cubrir integralmente los distintos aspectos:
Actitud Física, entendiendose el tiempo necesario para cuidar la salud personal, el ejercicio y alimentación acorde con el tipo de actividad que se desarrolla.
Asertividad, para lograr respuestas oportunas, óptimas, con calma, donde el autocontrol determina la forma de actuar. Con respuestas sencillas de facil comprensión y sinceras.
Etica. Valorando las relaciones humanas, respetando los principios y valores propios y de otros, así como hacerlos respetar con cordialidad y afabilidad.
Cooperación, para lograr un engranaje propio del trabajo en equipo y obtener los resultados esperados a travès del esfuerzo comùn hacia una misma meta.
Los aspectos anteriormente descritos deben formar parte de nuestra misión de vida para poder defenderlos y aplicarlos en el día a dìa, convirtiéndolos en un valor agregado para nuestro empleador o negocio.
Al tener definido nuestra base competitiva personal, uno de los aspectos administrativos que más se beneficia es la toma de decisiones, podrá ser más dinámica y el lapso entre la decisión y la implementación será menor; lo cual conlleva a una adecuada administración del tiempo y ésto optimizará los resultados.
"No importa cuán viejos y expertos seamos, no importa cuán bien formados académicamente nos sintamos, siempre hay un camino para mejorar, para reevaluar, para reanudar, para redireccionar nuestra misión de vida y nuestros valores dentro de nuestra familia, nuestra profesión y nuestra sociedad". Fernando Sánchez Arias.
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