
Hoy
después de varios meses sin escribir, he decidido compartir algunos
pensamientos relacionados con las dos palabras que lleva por título este
escrito.
Euforia: es la sensación de bienestar o alegría que se manifiesta al mundo exterior.
La euforia es la exacerbación del
estado de ánimo como consecuencia de una alegría, emoción o también por el
consumo de algún tipo de droga o el uso de medicamentos, la cual no es
la referencia en este caso. Normalmente, la euforia se produce por el
recibimiento de una buena noticia y, el eufórico lo expresa con palabras,
gestos, gritos, risas, entre otros.
Prudencia: El valor de la
prudencia no se forja a través de una apariencia, sino por la manera en que nos
conducimos ordinariamente. La prudencia nos hace tener un trato justo y lleno
de generosidad hacia los demás, edifica una personalidad recia, segura,
perseverante, capaz de comprometerse en todo y con todos, generando confianza y
estabilidad en quienes nos rodean, seguros de tener a un guía que los conduce
por un camino seguro.
En mi opinión;
luego de los resultados obtenidos en las Elecciones Parlamentarias del domingo 6 de diciembre es necesario
practicar la prudencia y manejar la euforia con mucha sensatez; el triunfalismo
puede ocasionar erosiones en los planes que buscan el bien común; y dar pie a demostraciones de poder antes que de razón.
Todos en Venezuela
queremos vivir con justicia, paz, prosperidad y ahora después de 16 años parece que hay "una
luz al final del túnel". Los líderes que encabezan este cambio serán los responsables de
enseñar el camino a seguir y de incentivarnos a cultivar otra vez la
convivencia.
En Dios confío.
Comentarios