Crecí en un hogar muy tradional donde destacaban valores tales
como la fidelidad a los
principios y responsabilidad en los compromisos. En algun lugar escuche “Debes
ser consiente de tus decisiones y ser responsable de tus acciones”. Y eso determinó
mi rumbo.
Hoy estoy en un mundo donde los valores son “flexibles”…,
puedo imaginarme en una negociacion y manejar la posibilidad de ceder en algo
para el bien mayor, pero en definitiva tener la certeza que no afecta mis
valores.
La fidelidad implica lealtad, nobleza, confianza, honestidad.
Son cualidades que son propias de cada
individuo y que depende de su personalidad y sentido común demostrarlo para el
bien colectivo o intereses compartidos.
Sin embargo, existe una virtud que hoy el mundo, en especial
los que tienen poder –sea político, social, religioso- esperan se les conceda,
me refiero a la incondicionalidad.
La incondicionalidad significa ilimitado, absoluto, devoto, fanático.
A quién otorgar ese poder ilimitado, incondicional sin ningún tipo de dudas…?
yo en lo particular no se lo entrego a hombres.
Mi incondicionalidad y fe es al Dios Todopoderoso. El creador
del Universo y a quien agradezco mi esencia de vida.
Saludos.
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