
Declaramos prosperidad cuando establecemos una conexión con Dios; reconociéndolo
como el núcleo profundo en todo.
El vínculo que nos conecta a Dios
es nuestra mente, a través de las
ideas.
Ideas en las que podemos cambiar
condiciones, crear un ambiente donde puedan crecer y florecer las riquezas
(interior y exterior). Es importante reconocer que la prosperidad es mucho más
que dinero o inversiones; la prosperidad
es una manera de pensar, un modo de vida. Incluye bienestar, un sentido de
plenitud y satisfacción.
Al aceptar que tenemos apoyo de nuestro Ser Superior para determinar cómo nos afectan las difíciles condiciones de vida creadas por los hombres, podemos mantener nuestro sentido de seguridad en
estos tiempos cambiantes, sentirnos prósperos y demostrar provisión para
nuestras necesidades; mientras evitemos que el miedo nuble nuestra visión
y nuestro mundo.
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tu prosperidad” a través del correo lcuervos@gmail.com
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