Los pensamientos que guardas en tu mente
moldean la persona en la cual te convertirás; influyen en tus decisiones diarias. Así de sencillo.
Todo lo que entra a tu mente a través de los sentidos, ya
sea de manera consciente o inconsciente, queda grabado en ella para siempre.Toda acción está precedida por un pensamiento y todo
pensamiento es el resultado de aquello que entra y encuentra cabida en nuestra
mente. Por esta razón, si logramos controlar aquello que entra a nuestras
mentes, podremos controlar nuestros
pensamientos y por
ende, nuestras acciones.
Señala Camilo Cruz que un pensamiento no equivale a más de una décima de
voltio de electricidad. Sin embargo, esta décima de voltio de electricidad
ejerce una gran influencia en nuestras emociones, afectan nuestro estado de ánimo y también provoca respuestas en nuestro
cuerpo. Por ejemplo si
tienes hambre y
piensas en un suculento plato de comida, tu estómago
responde segregando jugos gástricos como si estuvieses comiendo. Y ni siquiera
tienes que ver la comida o percibir su olor para que esto suceda. El sólo hecho
de pensar en ella provoca esta respuesta.
Los pensamientos igualmente provocan emociones y estados mentales específicos. Pensamientos positivos
originan sentimientos
y acciones positivas, como la alegría, el amor, la autoestima, dejando como
resultado entusiasmo, energía,
dinamismo, paz interior. Los pensamientos negativos como el resentimiento, o el miedo, producen
resultados negativos como la tensión,
la ansiedad, la
fatiga y otra
serie de sentimientos
y emociones que
no nos permiten avanzar.
Recuerda que tu mente subconsciente aceptará toda la
información que le brindes, sin diferenciar lo positivo de lo negativo; lo
cierto de lo falso; lo bueno de lo malo. Está en tus manos decidir qué clase de
información deseas que entre a tu mente subconsciente.
¡Es tu decisión!
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