Al
reconocer la fuente de energía en nosotros, debemos reconocernos como co-responsables
de nuestra madre Tierra. Ella nos provee de un lugar para nuestro desarrollo.
Aprendamos a devolver el gesto amoroso que nos da al compartir su producción,
su suelo, sus bosques y todo cuanto existe. Respetemos su magia y su
sabiduría.
Por
ejemplo, las hierbas siempre se han caracterizado por estar envueltas en
misterios y leyendas, Rachel Page Elliott expresó en una oportunidad “El toronjil
aporta ternura y la mejorana alegría. La salvia significa larga vida, la
asperilla o bregandia augura salud, un tesoro fabuloso más que cualquier
fortuna. La lavanda significa una profunda devoción, el romero proporciona
afecto y dulces recuerdos”.
Cada una tiene su propia historia, significado y
aplicación para cocinar o elaborar medicamentos.
Es
una oportunidad de dar rienda suelta a la creatividad al cultivar hierbas en
nuestras viviendas modernas, con materos en los patios o en las ventanas, además
de simplificarnos un poco al poder utilizarlas para nuestras creaciones
culinarias y aromáticas. El romero, orégano, eneldo realza el sabor de la comida y contribuye a mejorar
nuestra alimentación.
Cuida
de la tierra, no abuses del amor que ella nos da porque es nuestro hogar, y
siempre recibirás su agradecimiento dándote mejores espacios para tu
contemplación, bienestar y dicha.
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