Vivir, Aprender y Practicar


Quién sería yo si no acepto mi centro de Energía Vital? Quién sería si no me abro a recibir las bendiciones y maravillas que YO SOY ha sembrado en mí interior? Pues sólo sería una hoja seca, un barco a la deriva que las olas y el viento llevarían donde ellos quieran, podría también ser un tronco seco, hueco, vacío que quizás sirva un día como leña… 

Pero, aun en lo más profundo de mi tristeza encuentro la fortaleza allí en mi corazón, tomo Tú mano  Padre Eterno y me aferro a Tú Luz, a Tú Paz, a Tú Guía y decido que nuevamente brille en mí el optimismo y la esperanza.

He aprendido la lección: “No dejar las cosas por sentado”, también he aprendido que los seres humanos físicamente somos temporales, que el amor nunca muere y que la vida vuelve a pasar por el mismo momento para que pongas en práctica lo que te ha enseñado.

Desde mi gratitud y abundancia plena te reconozco Padre bueno, gracias por tu presencia en mí, por el Espíritu Santo que ilumina mis días. Gracias por estar siempre.
Estoy bien donde estoy, tengo lo que tengo y estoy bien. Soy lo que Soy y estoy muy bien.

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