Dios es Amor. Es una de sus cualidades. Nos hizo a
su imagen por tanto tenemos la capacidad de amar, pero a quién? Pues debemos
amar a Dios, nuestro creador quien nos ama sin límites, con sabiduría y verdad.
Sin egoísmo, sin absorbernos. Su amor implica libertad, desprendimiento. Así debemos
amarnos a nosotros mismos, reconociendo nuestra esencia y la abundancia
infinita que poseemos y quizás no hemos aceptado.
Cuando se practica el amor de Dios, se desea la
felicidad en otras personas, a su vez, el sentimiento de Amor nos hace
sentirnos especiales, felices, respetuosos y satisfechos de las relaciones que
vivimos intensamente.
Amar es crecer y sentirnos Amados a la vez, sin
dependencia, sin miedo; compartiendo la libertad y la verdad.
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