La paciencia tiene su base en la fe, es una certeza restablecida, una fuerza estabilizadora que nos sostiene y fortalece, desde la energía divina interna. La paciencia se acrecienta y cultiva con la práctica.
Cuando se presentan situaciones que me hacen sentir impaciente, ansiosa; respiro y reconozco en mi la presencia activa del padre Yo Soy, sé que en Su Tiempo todo lo bueno y maravilloso sucederá. Él está haciendo que el Orden Divino se manifieste en mi vida y en todos mis asuntos. Gracias. Gracias. Gracias.
Comentarios