Desde mi mudanza a otro país he estado practicando constantemente el soltar, dejar fluir y la aceptación, todo es comprensible porque la vida te presenta situaciones para practicar lo aprendido o darte cuenta de lo que aun debes aprender.
Es muy "humano" el que una vez que debes dejar todo, -casa, mascotas, familia, vecinos, plantas, rutinas- no quieras volver a crear vínculos nuevos en el actual presente que estas viviendo. Creas un conflicto de apego y también el ego activa al miedo. Aqui es cuando se hace necesaria practicar la aceptación. Al aceptar sabes que todo lo que pasa es correspondido por un aprendizaje, en esta dimensión debemos reconocer que todo tiene principio y final, que nada es permanente y que al aceptar el cambio te liberas del apego y de alguna manera el miedo lo usas como trampolín para asumir las nuevas experiencias, los nuevos comienzos.
Comentarios