Desde que presto atención a lo que ocurre en mi mente, dándome cuenta de la calidad de mis pensamientos, he podido tener experiencias maravillosas de paz, armonía y bienestar. Entiendo lo que es ser un espíritu ilimitado en un cuerpo y no lo que pensaba antes, que era un cuerpo que tenia un espiritu.
Estoy en este plano aprendiendo y facilitando a otros tambien lo aprendido, pero no intelectualmente, sino por expansión del amor que soy al reconocer la verdad en mi. Comparto la mente con Dios y con mi ego. Puedo elegir los pensamientos que dará forma a mi mundo.
Elijo la voluntad de dios que siempre es mi felicidad.
Comentarios